La braquioplastía permite eliminar el exceso de piel y la grasa acumulada en la parte superior de los brazos. La piel de esta área tiene varios problemas; es sumamente fina, tiene poca elasticidad y no es precisamente vulnerable al ejercicio.
Por tanto, la última alternativa disponible para corregir la flacidez de esta área es la braquioplastía, con la cual se elimina el exceso de piel y de grasa para restaurar la forma del brazo.
Esta cirugía tiene varias modalidades las cuales se diferencian de acuerdo al tipo de incisión que se realice.
Las personas que se realizan una cirugía de levantamiento de brazos ven los resultados al instante; por lo que los primeros beneficios que contemplarás será un incremento en tu confianza y estado de ánimo. A partir de allí los siguientes beneficios infieren en el peso, y en cómo la persona comienza a lucir su cuerpo de una manera más tonificada y agradable a la vista de todos. Esta cirugía es confiable por lo que puedes aplicarla en tu cuerpo con toda confianza.
Primero se lleva a cabo una evaluación. El paciente se entrevista con el doctor para repasar los pormenores del procedimiento, la selección de la anestesia y aclarar sus dudas. Se habla del tipo de incisión y se establecen claramente las expectativas.
La braquioplastía comúnmente se realiza con anestesia general. Durante el procedimiento se retira el exceso de piel usando una disección delicada para evitar lastimar los vasos y nervios del brazo. En los casos que conllevan liposucción, pequeñas cánulas se utilizan para aspirar la grasa. En la mayoría de los casos se colocan drenajes para eliminar fluidos que se podrían acumular debajo de la piel. Los tejidos se cierran en capas con suturas delicadas y absorbibles. La cirugía puede tomar entre dos a cinco horas, según la complejidad del caso. Al final se colocan vendajes para crear compresión en el área y controlar la inflamación. Los drenajes se retiran de uno a tres días después de la cirugía.
Los resultados de la cirugía son casi inmediatos; sin embargo, debemos tener presente lo siguiente para contribuir a un mejor resultado:
En necesario utilizar una faja tipo bolero, en los brazos, la cual brinda compresión. La faja se usa por unas tres a cuatro semanas luego de la cirugía.
Las heridas necesitan por lo menos un año para madurar. Durante este tiempo hay que ayudarlas para que queden lo mejor posible. Recomendamos el uso de filtro solar y parches de silicón como terapias postoperatorias. El filtro solar protege las heridas de los rayos ultravioletas, los cuales pueden causar que se pongan obscuras.
Se integran masajes con drenaje linfático para acelerar el proceso de desinflamación.
El paciente puede comenzar a hacer ejercicio cardiovascular después de la tercera semana. Los ejercicios con pesas, para los brazos, se recomienda luego de la sexta semana para evitar poner mayor tensión a las heridas, que aún están madurando.